21 de julio de 2013

Cada uno en su lugar para poder educar

Cada uno en su lugar para poder educar

por Amparo Pastor Bustamante - Licenciada en Psicología. Psicoterapeuta. Psicoterapia Gestald.


I. ¿QUÉ ES LA PEDAGOGÍA SISTÉMICA? EL NUEVO PARADIGMA CUÁNTICO Y EL ENFOQUE FENOMENOLÓGICO


En un sentido amplio, la Pedagogía Sistémica es la educación que nos enseña a mirar, ubicarnos y relacionarnos adecuadamente  con  los sistemas humanos que nos rodean y con aquellos a  los que pertenecemos; ya sean escolares, familiares, sociales u organizacionales.

Es la disciplina que a través de diferentes técnicas ,entre ellas los movimientos sistémicos ,nos permite  apreciar el funcionamiento de los sistemas, descubrir cómo sus integrantes se relacionan entre sí, el orden existente, y  si cada cual ocupa el  lugar que le corresponde dentro de ellos. Todo ello  a fin de  reestablecer el equilibrio dentro de los mismos y poder así acceder a las fuentes de la fuerza que dichos sistemas  albergan  para cada uno de sus miembros (Pastor, 2006).

En un  sentido más específico, la Pedagogía Sistémica es el fruto de aplicar la teoría de los órdenes del amor y de las constelaciones familiares dentro de  la educación.

Como señala Angélica Olvera, “ Es la interrelación del proceso de trabajo personal de los maestros, el trabajo con los alumnos  y la contextualización dentro de los órdenes del amor de ciertos contenidos curriculares a nivel educativo, junto con la necesaria inclusión de los padres de alumnos dentro del proceso de educación” (Olvera ,2004).

-  El interés de la Pedagogía Sistémica para la Educación  es que incorpora un nuevo paradigma para la prevención y la intervención: Se trata del PARADIGMA CUÁNTICO.

Según el  Paradigma cuántico “El observador modifica la realidad”.Partiendo de ahí  podemos  transformar el pasado y el futuro cambiando nuestra mirada.

¿Cómo hacerlo?, entre otros medios, a través de la transformación de nuestras imágenes internas y de nuestras actitudes ante lo que fue y lo que será y tomando fuerza para reconocer  lo que es. En esta dirección son de gran ayuda los movimientos sistémicos  como técnica  que nos permite ver y experimentar espacialmente,  a través de representantes  humanos  o de objetos,  la imagen de cada acontecimiento que subyace en el fondo de nuestra alma como individuos y como miembros de un sistema. Imagen que determina  nuestra memoria, nuestra manera de mirar la realidad, las actitudes que adoptamos ante ella y las expectativas que  generamos ante el futuro y que contribuyen a la construcción del mismo.

Por otra parte, existen una serie de movimientos  sistémicos  genéricos  que la Pedagogía Sistémica nos  brinda como medio de descubrir  si estamos ordenados dentro de los sistemas  y como medio de ubicarnos correctamente dentro de los mismos para ocupar el lugar  adecuado. Concretamente, hay movimientos que posibilitan identificar las imágenes que deterioran y las que favorecen la relación saludable y eficaz   entre  el sistema escolar y el familiar y la relación de ambos con el institucional; así como hay imágenes relativas a las diferentes relaciones  entre los miembros dentro de  cada uno de ellos.

Además de este  nuevo paradigma cuántico, en la Pedagogía Sistémica  se aplica un ENFOQUE  FENOMENOLÓGICOEl enfoque fenomenológico  conlleva  exponerse al fenómeno ,enfrentarse  a la realidad y experimentar  el proceso de auto-conocimiento .Describe las vivencias y aclara el sentido que nos envuelve en nuestra vida cotidiana, nuestro significado como seres humanos, en definitiva  la experiencia que somos.

La Fenomenología  entiende la educación como una dimensión de la vida cuya duración es prolongada y sus efectos duraderos. Podemos  hacer de ella una praxis cuya meta sea la transformación de la existencia y no sólo el cambio educativo. En esta época donde los niños están desbordados de información que incita  al consumo indiscriminado y al culto de lo novedoso, se hace cada vez más necesaria  una enseñanza que integre de forma crítica dicha información, que aliente a pensar  por uno mismo y que restaure los valores.  La Fenomenología nos enseña  que la conciencia es intencionalidad hacia el mundo y que éste es constituido por aquella  en la medida en que le da sentido.

La Fenomenología  contribuye decisivamente al desarrollo del pensamiento y del ser y  es  adecuada para mejorar el juicio, el vínculo entre  el pensamiento y la acción ( López Sáenz).

II. LA IMPORTANCIA DEL ORDEN Y LA PERTENENCIA PARA PODER EDUCAR

 Cómo esta visión sistémica de la pedagogía está inspirada básicamente en el trabajo fenomenológico  transgeneracional de Bert Hellinger ,entonces  el identificar, ordenar y asentir a  las etapas de los procesos vitales ,tal y como  son, es crucial para este  paradigma ,al igual  que lo es el honrar la historia y  los padres de todos los implicados en  el proceso: Familia , escuela y administración o gestión. Por otra parte conviene tener presente que pertenecemos, formamos parte y estamos vinculados entre nosotros que no somos seres aislados.

Todos nosotros antes de padres hemos sido hijos  y antes de educadores hemos sido alumnos. También  antes de  contribuir  a la gestión de la educación  hemos  sido hijos y alumnos.
Por tanto el orden es que primero somos hijos y luego padres, primero somos alumnos y luego educadores. Primero somos hijos y alumnos  y luego gestores.

En la práctica, cuando nos reunimos  como padres , educadores y gestores  para reflexionar  sobre la educación y sobre las futuras generaciones, nuestra inquietud básica no debería de ser  cuestionarnos si somos buenos padres, educadores o gestores   y si lo estamos haciendo bien; sino  si  estamos  reconciliados  con nuestra historia  personal  familiar y académica, si  estamos  reconciliados con nuestra trayectoria profesional  dentro de la educación y si estamos reconciliados  a nivel transgeneracional:

-  Si estamos  en paz y hemos asentido a  nuestras historias tal  y como son  sin  vivir  reprochando o anhelando  que hubieran sido diferentes.

-  Si respetamos  los procesos tal y como fueron y podemos ordenar cada etapa de los mismos dignificándolas, aunque fueran duras o dolorosas,  reconociendo que  forman parte y que  tuvieron un sentido.

-  Si hemos  agradecido y honrado a todos aquellos  que formaron  parte relevante de nuestra historia familiar y académica y sin los cuales nosotros  no seríamos  como somos  ni estaríamos donde estamos.

-  Si podemos incluir y dar un lugar en nuestro corazón a los que teníamos excluidos  por  vergüenza, rencores, temores o ignorancia.

-  Si somos capaces de ver todo lo que hubo  más que todo lo que faltó y lo que pudo ser  más que lo que no fue posible.

-  Si podemos  considerarnos  como miembros de la cadena transgeneracional: Pertenecientes  a nuestra generación, procedentes de la generaciones anteriores  y con influencia en las  posteriores.

-  Y básicamente si hemos   asumido que “pertenecemos “y “estamos vinculados”. Que formamos parte de algo más grande que nosotros y que estamos ligados por profundos lazos de amor y de lealtad a nuestros sistemas, en especial  al de la familia de origen ( Pastor, 2003).

III. CONCLUSIÓN


En cualquier caso, el objetivo final de la Pedagogía Sistémica es incluir, arraigar y vincular; es ordenar el amor para contribuir a reestablecer el equilibrio, la paz y el amor intra e interpersonales  para beneficio de las generaciones pasadas, actuales y futuras.

En esta dirección, la familia, la escuela y la sociedad que apliquen esta Pedagogía serán un espacio de comunicación  e interacciones respetuosas donde, respetando  el contexto de procedencia de cada uno, todos tengan su lugar, lo ocupen y asuman sus responsabilidades. Donde se aprenda a contemplar la vida  como una serie de  actos de amor, algunas veces de amor ciego. Donde se aprenda a  tomar la vida y la muerte , a poner  mas energía  en la búsqueda de soluciones  que en la de problemas y donde se cultive la aceptación más que el deseo.

La Pedagogía Sistémica  nos educa para desarrollar una mirada amplia y flexible , capaz de girarse a mirar el pasado para poder contemplarle, asentirle, honrarle y tomar  la fuerza que de ello se deriva , y capaz de dirigirse  de nuevo hacia delante, hacia lo que sigue,  con confianza en la vida y en los recursos de que todos disponemos gracias  al legado de las generaciones  precedentes en función de las cuales se desarrollarán las futuras.

El reto consiste en  ser capaces de  ocupar nuestro lugar con dignidad, sin anhelar otro diferente y desde ahí posibilitar que, día a día  en lo cotidiano vayamos contribuyendo a construir el futuro  potenciando en nosotros  mismos y, en consecuencia, en las nuevas generaciones “el amor  que ve” en vez del amor ciego  y “el amor que trae orden, fuerza y felicidad” en vez del amor que trae desdicha y enfermedad.

Como padres, familiares, educadores y gestores de la educación es importante que asintamos a nuestra historia familiar y académica,  a nuestras raíces y nuestros orígenes. Es importante  que cada cual  ocupe su lugar para poder educar pues solo desde  nuestro lugar  dispondremos de  la fuerza  para poder mirar a la realidad  tal y como es y para contribuir constructivamente  dentro de la misma.

EL FUTURO DEPENDE EN GRAN MEDIDA DEL PASADO Y DEL PRESENTE Y NOSOTROS SOMOS EL PASADO  Y EL PRESENTE DE LAS GENERACIONES FUTURAS


Fuente: Asociación Española de Constelaciones Familiares - www.aebh.net