Cada uno en su lugar para poder educar
por Amparo Pastor Bustamante - Licenciada en Psicología. Psicoterapeuta. Psicoterapia Gestald.
I. ¿QUÉ ES LA PEDAGOGÍA SISTÉMICA? EL NUEVO PARADIGMA CUÁNTICO Y EL ENFOQUE FENOMENOLÓGICO
En un sentido amplio, la Pedagogía
Sistémica es la educación que nos enseña a mirar, ubicarnos y
relacionarnos adecuadamente con los sistemas humanos que nos rodean y
con aquellos a los que pertenecemos; ya sean escolares, familiares,
sociales u organizacionales.
Es la disciplina que a través de
diferentes técnicas ,entre ellas los movimientos sistémicos ,nos
permite apreciar el funcionamiento de los sistemas, descubrir cómo sus
integrantes se relacionan entre sí, el orden existente, y si cada cual
ocupa el lugar que le corresponde dentro de ellos. Todo ello a fin de
reestablecer el equilibrio dentro de los mismos y poder así acceder a
las fuentes de la fuerza que dichos sistemas albergan para cada uno de
sus miembros (Pastor, 2006).
En un sentido más específico, la Pedagogía Sistémica es el fruto de aplicar la teoría de los órdenes del amor y de las constelaciones familiares dentro de la educación.
Como señala Angélica Olvera, “ Es
la interrelación del proceso de trabajo personal de los maestros, el
trabajo con los alumnos y la contextualización dentro de los órdenes
del amor de ciertos contenidos curriculares a nivel educativo, junto con
la necesaria inclusión de los padres de alumnos dentro del proceso de
educación” (Olvera ,2004).
- El interés de la Pedagogía Sistémica
para la Educación es que incorpora un nuevo paradigma para la
prevención y la intervención: Se trata del PARADIGMA CUÁNTICO.
Según el Paradigma cuántico “El
observador modifica la realidad”.Partiendo de ahí podemos transformar
el pasado y el futuro cambiando nuestra mirada.
¿Cómo hacerlo?, entre otros medios, a
través de la transformación de nuestras imágenes internas y de nuestras
actitudes ante lo que fue y lo que será y tomando fuerza para reconocer
lo que es. En esta dirección son de gran ayuda los movimientos
sistémicos como técnica que nos permite ver y experimentar
espacialmente, a través de representantes humanos o de objetos, la
imagen de cada acontecimiento que subyace en el fondo de nuestra alma
como individuos y como miembros de un sistema. Imagen que determina
nuestra memoria, nuestra manera de mirar la realidad, las actitudes que
adoptamos ante ella y las expectativas que generamos ante el futuro y
que contribuyen a la construcción del mismo.
Por otra parte, existen una serie de
movimientos sistémicos genéricos que la Pedagogía Sistémica nos
brinda como medio de descubrir si estamos ordenados dentro de los
sistemas y como medio de ubicarnos correctamente dentro de los mismos
para ocupar el lugar adecuado. Concretamente, hay movimientos que
posibilitan identificar las imágenes que deterioran y las que favorecen
la relación saludable y eficaz entre el sistema escolar y el familiar
y la relación de ambos con el institucional; así como hay imágenes
relativas a las diferentes relaciones entre los miembros dentro de
cada uno de ellos.
- Además de este nuevo paradigma cuántico, en la Pedagogía Sistémica se aplica un ENFOQUE FENOMENOLÓGICO. El
enfoque fenomenológico conlleva exponerse al fenómeno ,enfrentarse a
la realidad y experimentar el proceso de auto-conocimiento .Describe
las vivencias y aclara el sentido que nos envuelve en nuestra vida
cotidiana, nuestro significado como seres humanos, en definitiva la
experiencia que somos.
La Fenomenología entiende la educación
como una dimensión de la vida cuya duración es prolongada y sus efectos
duraderos. Podemos hacer de ella una praxis cuya meta sea la
transformación de la existencia y no sólo el cambio educativo. En esta
época donde los niños están desbordados de información que incita al
consumo indiscriminado y al culto de lo novedoso, se hace cada vez más
necesaria una enseñanza que integre de forma crítica dicha información,
que aliente a pensar por uno mismo y que restaure los valores. La
Fenomenología nos enseña que la conciencia es intencionalidad hacia el
mundo y que éste es constituido por aquella en la medida en que le da
sentido.
La Fenomenología contribuye
decisivamente al desarrollo del pensamiento y del ser y es adecuada
para mejorar el juicio, el vínculo entre el pensamiento y la acción (
López Sáenz).
II. LA IMPORTANCIA DEL ORDEN Y LA PERTENENCIA PARA PODER EDUCAR
Cómo esta visión sistémica de la
pedagogía está inspirada básicamente en el trabajo fenomenológico
transgeneracional de Bert Hellinger ,entonces el identificar,
ordenar y asentir a las etapas de los procesos vitales ,tal y como
son, es crucial para este paradigma ,al igual que lo es el honrar la
historia y los padres de todos los implicados en el proceso: Familia ,
escuela y administración o gestión. Por otra parte conviene tener
presente que pertenecemos, formamos parte y estamos vinculados entre
nosotros que no somos seres aislados.
Todos nosotros antes de padres
hemos sido hijos y antes de educadores hemos sido alumnos. También
antes de contribuir a la gestión de la educación hemos sido hijos y
alumnos.
Por tanto el orden es que primero somos
hijos y luego padres, primero somos alumnos y luego educadores. Primero
somos hijos y alumnos y luego gestores.
En la práctica, cuando nos reunimos
como padres , educadores y gestores para reflexionar sobre la
educación y sobre las futuras generaciones, nuestra inquietud básica no
debería de ser cuestionarnos si somos buenos padres, educadores o
gestores y si lo estamos haciendo bien; sino si estamos
reconciliados con nuestra historia personal familiar y académica, si
estamos reconciliados con nuestra trayectoria profesional dentro de
la educación y si estamos reconciliados a nivel transgeneracional:
- Si estamos en paz y hemos asentido
a nuestras historias tal y como son sin vivir reprochando o
anhelando que hubieran sido diferentes.
- Si respetamos los procesos tal y
como fueron y podemos ordenar cada etapa de los mismos dignificándolas,
aunque fueran duras o dolorosas, reconociendo que forman parte y que
tuvieron un sentido.
- Si hemos agradecido y honrado a
todos aquellos que formaron parte relevante de nuestra historia
familiar y académica y sin los cuales nosotros no seríamos como somos
ni estaríamos donde estamos.
- Si podemos incluir y dar un lugar en
nuestro corazón a los que teníamos excluidos por vergüenza, rencores,
temores o ignorancia.
- Si somos capaces de ver todo lo que hubo más que todo lo que faltó y lo que pudo ser más que lo que no fue posible.
- Si podemos considerarnos como
miembros de la cadena transgeneracional: Pertenecientes a nuestra
generación, procedentes de la generaciones anteriores y con influencia
en las posteriores.
- Y básicamente si hemos asumido que
“pertenecemos “y “estamos vinculados”. Que formamos parte de algo más
grande que nosotros y que estamos ligados por profundos lazos de amor y
de lealtad a nuestros sistemas, en especial al de la familia de origen (
Pastor, 2003).
III. CONCLUSIÓN
En cualquier caso, el objetivo final de
la Pedagogía Sistémica es incluir, arraigar y vincular; es ordenar el
amor para contribuir a reestablecer el equilibrio, la paz y el amor
intra e interpersonales para beneficio de las generaciones pasadas,
actuales y futuras.
En esta dirección, la familia, la
escuela y la sociedad que apliquen esta Pedagogía serán un espacio de
comunicación e interacciones respetuosas donde, respetando el contexto
de procedencia de cada uno, todos tengan su lugar, lo ocupen y asuman
sus responsabilidades. Donde se aprenda a contemplar la vida como una
serie de actos de amor, algunas veces de amor ciego. Donde se aprenda
a tomar la vida y la muerte , a poner mas energía en la búsqueda de
soluciones que en la de problemas y donde se cultive la aceptación más
que el deseo.
La Pedagogía Sistémica nos educa para
desarrollar una mirada amplia y flexible , capaz de girarse a mirar el
pasado para poder contemplarle, asentirle, honrarle y tomar la fuerza
que de ello se deriva , y capaz de dirigirse de nuevo hacia delante,
hacia lo que sigue, con confianza en la vida y en los recursos de que
todos disponemos gracias al legado de las generaciones precedentes en
función de las cuales se desarrollarán las futuras.
El reto consiste en ser capaces de
ocupar nuestro lugar con dignidad, sin anhelar otro diferente y desde
ahí posibilitar que, día a día en lo cotidiano vayamos contribuyendo a
construir el futuro potenciando en nosotros mismos y, en consecuencia,
en las nuevas generaciones “el amor que ve” en vez del amor ciego y
“el amor que trae orden, fuerza y felicidad” en vez del amor que trae
desdicha y enfermedad.
Como padres, familiares, educadores y
gestores de la educación es importante que asintamos a nuestra historia
familiar y académica, a nuestras raíces y nuestros orígenes. Es
importante que cada cual ocupe su lugar para poder educar pues solo
desde nuestro lugar dispondremos de la fuerza para poder mirar a la
realidad tal y como es y para contribuir constructivamente dentro de
la misma.
EL FUTURO DEPENDE EN GRAN MEDIDA DEL PASADO Y DEL PRESENTE Y NOSOTROS SOMOS EL PASADO Y EL PRESENTE DE LAS GENERACIONES FUTURAS
Fuente: Asociación Española de Constelaciones Familiares - www.aebh.net