Al buscar inspiración para hablar de la importancia de permitir a un niño que aprenda correctamente a vivir en el mundo, lo primero que me ha venido a la mente es un corto y sencillo poema japonés que pese a ello entraña mucho significado. Por eso, tan sólo lo reproduciré y dejaré que disfrutéis sin más de otra magnífica entrevista de “La Contra”. Esta vez entrevistan a Marianne Franke.
¿Me preguntáis cuál es la suprema felicidad aquí abajo?
Escuchar la canción de una niña que
se aleja después de haberos preguntado el camino.
(Antiguo poema japonés)
Escuchar la canción de una niña que
se aleja después de haberos preguntado el camino.
(Antiguo poema japonés)
SIN QUEJARSE
Marianne es una profesora que no se queja. Y eso es noticia. Ni se queja del sueldo, ni se queja de los niños, ni de los padres, ni del sistema educativo, ni de las vacaciones, ni siquiera se queja del Gobierno. Marianne agradece. Y agradece de verdad – sus ojos no mienten- la oportunidad de aprender con sus niños. Habla de los chavales y de sus padres, porque para ella es imposible separarlos, con un profundo respeto y una enorme ternura, y se apasiona contándome las pequeñas historias de cada día en su escuela, un colegio público al que ha dedicado 25 años. Explica su experiencia y sus estudios de constelaciones familiares con Hellinger, y habla de otras terapias que ha puesto en práctica en sí misma y con otros docentes en ´Uno de nosotros´ (Alma Lepik Ed.).
{leer la entrevista}
Fuente: Institut de Constel-lacions Familiars ésser