El término “educación” es polisémico, tiene infinidad de acepciones. Hablamos de educación cuando hay un lazo entre dos personas: El educando y el educador. La educación es un proceso que nace con el individuo y muere con el individuo. Nunca una persona termina de educarse y su educación comienza, con los padres, el mismo día en que nace.
¿Cuál es la diferencia entre educación e instrucción? La instrucción se da cuando hay una emisión de conocimientos sin lazos afectivos entre el educador y el educando (alumno). En la instrucción, el alumno recibe conocimientos como si fuera un recipiente, no interesa si los capta o no, pues no hay participación o feed back. No hay respuesta desde el educando hacia el educador.
La educación sistematizada, intencional o consciente se realiza a través de actos que, en este caso, son también intencionales, deliberados o voluntarios. Estos actos son cumplidos por personas formadas (educadores) y personas en formación (educandos).
Según la historia de la educación, ya en el siglo XVIII, con la llamada Pedagogía de los Preceptores, se comenzó a utilizar el término educando, el cual traduce el dinamismo de la educación y da claramente la idea de un proceso que se cumple durante toda la vida. La educación nunca es un proceso acabado.
Según el pedagogo Hernández Ruiz, “Todo ser humano es un educando mientras vive, puesto que todo acto de relación vital, sobre todo si es de carácter social, determina en él, modificaciones de conducta y por lo tanto tiene significación educativa”
También hay otro concepto importante de considerar: La Educabilidad. La educabilidad se define como la capacidad humana para la formación y el desarrollo. la pedagogía contemporánea ha acentuado mucho más el carácter de la educabilidad como tendencia activa a aprender los contenidos y valores necesarios para la formación individual. La educabilidad es el punto de vista inicial de la acción pedagógica.
El ser humano de individuo un ser social. Está influido por una serie de fuerzas extraescolares que le imprimen un sello peculiar. El estudio sociológico del educando por parte del educador puede proporcionar su ubicación social, datos precisos sobre el desarrollo de la sociabilidad y sobre el grupo de educandos con que debe establecer su acción educativa.
Según el pedagogo Nassif: el educador debe tener como punto de partida y punto de mira, el educando, siempre. El educando, a medida que va avanzando a niveles superiores de educación se vuelve cada vez más autónomo llegando a participar más activamente de su propia educación. A este proceso se le llama metacognición y, si bien guarda relación con ser autodidacta, no es exactamente lo mismo.
Autor: Griselda
Publicado en CosasDeEducacion.es
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