26 de enero de 2017

Vínculo y Conciencia, según Bert Hellinger


Vínculo y  Conciencia

Leí en algún escrito que circula por internet que “cuando un bebé recien nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre”.

El vínculo del amor es un misterio, lo que nos atrapa y nos une. El vínculo más fuerte es el de nacimiento, el vínculo de la pertenencia. Se dice que “la sangre tira”. En realidad lo que tira, lo que nos une y vincula, es el amor.

Y es cierto que como adultos, tenemos la experiencia de ese sentimiento tan fuerte, ese instinto de protección, esa incondicionalidad hacia esos seres pequeñitos que llegaron después que nosotros a nuestra familia, hijos, sobrinos, nietos, nietos-sobrinos…

¿Y que siente el bebe? Los humanos somos las criaturas de este planeta que más necesitan de los cuidados de sus progenitores para su supervivencia biológica. Nacemos como criaturas indefensas, dependientes del alimento, el cuidado y la higiene que nos profesan nuestros padres.

Y además necesitamos sentir el cariño, el roce, la caricia, el beso, el abrazo para crecer y desarrollarnos.

Hay datos sobre estudios experimentales con bebés que se han criado en orfanatos. A un grupo de niños se les alimenta y se  les cuida la higiene, sin apenas contacto físico. Otro grupo de niños, ademas reciben caricias y abrazos de sus cuidadoras. Los resultados muestran que el segundo grupo de niños coge más peso y  desarrollan antes sus capacidades mentales porque han sido estimulados y sobre todo, porque han recibido afecto.

Recuerdo un libro muy popular en los años 80 titulado “Duérmete niño” que abogaba por una educación rígida del bebe, horarios fijos para el alimento, y dejarlo llorar en la cuna, para que se acostumbre a estar solo... Muchas madres noveles, con la mejor de las intenciones, siguieron estas pautas. Y vuelvo a la pregunta que me hacía al principio. ¿Qué siente el bebe en estas condiciones? Abandono, soledad y tristeza.

Por suerte los tiempos cambian, las modas pasan y últimamente, un libro que está muy recomendado sobre las pautas para la crianza de los niños,  titulado “bésame mucho” aboga por todo lo contrario: alimentación a demanda, contacto físico con el bebe piel con piel, calmarlo cuando llore, hablarle, explicarle lo que hacemos, decirles cuanto les queremos…¿Qué siente el bebe en estas condiciones? Vínculo y pertenencia.

Esa es la necesidad emocional esencial primera y básica de todo ser humano. Sentir que pertenezco a mi madre, a mi padre a mi familia de origen, que soy querido, que me ven, que no estoy solo.

Este principio se recoge en  la primera ley de los órdenes del amor que establece Bert Hellinger en la terapia sistémica familiar, popularmente conocida como Constelaciones Familiares: Primer principio, la pertenencia

Todos, por nacimiento, pertenecemos a nuestra familia de origen. Todos tenemos esa necesidad de sentirnos unidos, vinculados desde el momento que nos cortan el cordón umbilical y salimos del seno materno, ese “paraíso perdido” en el que todas nuestras necesidades estaban cubiertas sin ningún esfuerzo, calentitos y  seguros, donde estábamos unidos a mama, sintiéndonos “uno” con ella.
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Artículo de María Adela Miguélez Cruces publicado en TerapiaEnAccion.com el 10 de octubre de 2014. URL: http://www.terapiaenaccion.com/articulos-y-entrevistas/articulos/vinculo-y-conciencia-segun-bert-hellinger